lunes, 25 de enero de 2010

El Gobierno de la pornografía

Inhibido de sus funciones hace tiempo el Ejecutivo "legal", los poderes realmente efectivos han quedado en manos de los personajes del "corazón".

La eterna presencia de este tipo de actores no solo es un síntoma. No significa únicamente que cuando las ratas se pasean en la superficie se supone que las alcantarillas están atestadas de ellas.

Lo de nuestros personajes-ficción se ha convertido en la propia vida política, en la política con mayúsculas.

Gobierna la pornografía y lo hace a todos los niveles. El imperio de lo soez hace ya tiempo que ha superado los acontecimientos actuales y los marcos de referencia. Está en nuestro lenguaje, en nuestros gestos, como una auténtica gripe A que se mantuviera siempre fiel al movimiento actual de las masas.

De este modo, donde la Esteban rige en el ocio y por supuesto en lo político, el hombre del tiempo se ha convertido en el dictador del devenir, y el locutor deportivo en una especie de raza superior, en la medida en que se convierte en el guardián de las esencias de unos futbolistas que como ciertas estrellas, dejaron de existir hace mucho tiempo pero continúan viéndose.

Lo común de estos tres es que practican un coito cultural frente a las cámaras. Un pacto con un espectador que sabe que está siendo manipulado, penetrado absurdamente. La televisión no miente pues no requiere engaño previo: la televisión es la realidad, y en ella la masa se hace protagonista: todo es un espejismo en el que nadie quiere ver realmente nada.

Luego nos pedirán que sobre Haití nos sintamos mal, que nos apenemos por los miles de muertos. Deberían darnos primero tiempo para reencontrarnos y vernos las caras. Pero para eso todavía queda mucho y la alternancia gubernamental no va a cambiar las cosas.

1 comentario:

Edelmino Pagüero dijo...

Tu puta madre, cabrón...