La cuestión es si este país sería noticia hace unos diez años, cuando la correlación de fuerzas y gobiernos era bien distinta en América latina.
Desde entonces, en el subcontinente está operando un cambio que inquieta a muchos, y que se puede resumir como un nuevo modelo de integración continental, de tipo horizontal, alternativo al existente hasta el momento, vertical y totalmente dependiente de los intereses de los EEUU y sus organismos adláteres (FMI, OCDE, BM, etc.).
El icono y principal conductor del cambio es sin duda, Hugo Rafael Chávez Frías. Bajo su mandato se ha producido un auténtico cambio en la situación socioeconómica en Venezuela: ha vuelto la lucha de clases a un continente demasiado acostumbrado a ser la chacha de los yankis y, por qué no, también de los españoles.
Por eso, todo presidente que cometa el error de parecerse al venezolano corre el peligro de obtener una respuesta como la que ha recibido el tal Zelaya.
Este golpe de Estado interesa a muchos: a las oligarquías amenazadas en Honduras y a ciertos sectores del imperio estadounidense, ahora ligeramente aplacados por los nuevos aires, pero que esperan volver a controlar el patio trasero. Por último, esta situación dictatorial beneficia al propio Chávez, tan aficionado a potenciar las situaciones de enfrentamiento a favor de su régimen, que dista mucho de ser modélico en muchos aspectos.
De Honduras se dejará de hablar pronto y habrá que encontrar otros canales. Zelaya, por ahora, ha agitado el fantasma del chavismo en Centroamérica. Y no es bueno que cunda el ejemplo.
1 comentario:
Chávez, genio y figura, si no existiera habría que crearlo:
http://www.youtube.com/watch?v=3YNGqsSJSNQ
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