sábado, 28 de agosto de 2010

Muere un anciano en extrañas circunstancias


(Extraído de un conocido noticiero)

"Los hechos tuvieron lugar en ... a las ... de la noche. El anciano, que responde (respondía, cuando quería) a las iniciales W.K.L., falleció en circunstancias hasta insuficientemente aclaradas. Las enfermeras de la residencia en la que vivió sus últimos días -y durante muchos años antes- no se lo terminan de explicar. Preguntadas por las cámaras de ... no supieron ofrecer una explicación convincente. Las cámaras tampoco se hacen una idea".

"Al parecer W.K.L. había tenido un día normal: un desayuno consistente, consistente en pan blando que no terminó de ingerir ante la prisa de una de las encargadas del comedor, que requería su espacio para otros compañeros suyos. A lo que el anciano respondió con un severo corte de mangas, postura que mantuvo durante media hora en distintas localizaciones de la residencia, por razones de artritis aguda".

"Después de una siesta prolongada, de unas tres horas, W.K.L. -dejémoslo como W. o 'w'-, que, por cierto, cumplía ese día 97 años, permaneció en la cama durante media hora más de la que acostumbraba, lo que alertó a las enfermeras, que, por lo visto, querían utilizar el catre para desahogarse mutuamente ante la sobrecarga de estrés contraída en el trabajo. La respuesta del nonagenario fue la misma que por la mañana en el comedor, aunque con algo más de precaución, adquirida por una centenaria experiencia."

"Las fuentes mejor informadas parecen coincidir en el punto crítico de la tarde, en la que el anciano de nombre 'W' recibió una llamada anónima de su hija, que celebraba el aniversario de su padre desde su casa, con familia y parientes, y que le deseaba que tuviera una buena jornada. Dotado de una memoria excesiva para su edad, el nonagenario recordó a su descendiente la cantidad de meses que llevaban sin aparecer por la ruinosa y corrupta residencia, argumento que acompañó con alguna que otra mención a la prostituta nación en la que su hija se encontraba afiancada. Parece que fue acto seguido cuando tomó la decisión de echar una nueva siesta, que sería la definitiva".

"Aunque las fuentes más cualificadas -seguimos tratando de aproximarles al máximo a lo sucedido- afirman que todo pudo deberse a una especie de 'metástasis infartal fortuita', otras, en un lenguaje mucho más coloquial, declaran que el anciano pudo hartarse y decidió morirse en una cama más o menos limpia, que además no le pertenecía. 'Su corazón simplemente dejó de latir', afirma la enfermera más experta del lugar, que, acto seguido, procedió a rectificar el petrificado corte de mangas que inmortalizaba (glup), la actitud más reciente del anciano".

"Seguiremos informando de este y otros casos difíciles de resolver. No pierdan nuestra estela ya que ahora les daremos algunos 'consejos'".

2 comentarios:

Fet dijo...

Y a gusto que se quedó.
Magistral, Maese.

angelsmcastells dijo...

Me encantó. Sigue por ahí. Un abrazo.