martes, 26 de abril de 2011

Aznar, el PSOE, Pedro J. y la ausencia del periodismo

No podía empeorar la política española. Lo ha hecho.

Me dice una amiga con un talento que no se decide a reconocer que el estilo de nuestros diarios está infiltrado completamente por la forma de contar la realidad del director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez. De esta forma, algunos periódicos se limitan a sacar los trapos sucios de los malos del bando contrario, en vez de producir información de tinte progresista o conservador, según los casos.

En un mundo en el que todo se ha vuelto tan relativo y las palabras son cárceles vacías, muchos deciden apostar por sacar lo peor del rival con el objetivo de ser el tuerto en la reunión de los ciegos: "No se fije en mí, vea primero lo que hace el otro en comparación". Yo mismo he practicado este tipo de "periodismo" durante unos cuantos años. Puede ser divertido y rentable durante un tiempo, pero no se parece en nada a esa profesión que debería conocer y aplicar con cierta soltura el método científico de las ciencias sociales.

Sabedor de la simplificación de los mensajes y el cinismo-pasividad de los espectadores, el presidente Rodríguez Zapatero ha esperado hasta sumar todos los insultos y amenazas posibles para retirarse del trono. Estupenda maniobra para ganar tiempo: "Zapatero hijodeputa" se había convertido en casi un deporte nacional y ahora la muchedumbre no sabe a quién insultar; ¿quién ganará el proceso de primarias? Al presidente le sucede temporalmente una interrogación y por eso la ventaja del PP se reduce en poco tiempo. Cosas de la sociedad de la imagen en la que el icono se encuentra ausente: la gente no sabe qué hacer. Pero una vez más se impondrá la realidad y los cinco millones de parados decantarán claramente la balanza a favor de quienes pilotan como nadie los mares del neoliberalismo. El INEM como perfecta campaña de marketing. Otra imagen más.

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