miércoles, 9 de enero de 2013

Fútbol totalitario



Ha pasado mucho rato hasta que me he dado cuenta de que la radio llevaba más de una hora hablando de "las expectativas puestas en torno al" próximo partido del Málaga (Club de Fútbol o Club Deportivo, no lo sé).

De lo poco a lo que he prestado atención, he concluido que "la temática futbolística" es un pozo sin fondo que se lo traga todo: a un programa deportivo le dan una hora y, claro, profundiza hasta el infinito sobre todas las posibilidades que se pueden presentar cuando el Málaga se enfrente al, no sé, al Cádiz, al Badajoz, al Levante... por poner varios ejemplos. 

Que si Soldado (hay uno así, ¿verdad?) tiene el tobillo hinchado y puede "causar baja", que si el entrenador Pellegrini ha tenido un tono un poco aburrido en la rueda de prensa, que si la afición o el "respetable" quiere volver a vibrar con su equipo...

Es como escuchar a un coro de especialistas en tonterías, ya que lo que dicen lo podría afirmar cualquiera que estuviera un poco metido en la rutina televisiva del balompié.

El problema es que una persona puede especializarse en fútbol televisivo en muy poco tiempo: habiendo partidos todos los días de la semana en la pantalla amiga, es muy difícil no terminar opinando como un entrenador en España.

¿Por qué no podemos escapar de este deporte? Un observador avezado y contraatacante me podría espetar un "pues cambia de canal". ¡Pero no se puede! El canal está por todas partes y Soldado, Pellegrini o sus homólogos madridistas, barcelonistas o del Getafe son la moneda de cambio de cualquier tipo de conversación.

No, no siempre ha sido así. Antes conocíamos a los futbolistas por los cromos, por los goles que marcaban en aquellos sábados de partido adelantado a una jornada que ya solo se narraba, al día siguiente, en el "Carrusel", por la radio.

Pero ahora ya conocemos las combinaciones de ropa interior de Xavi Alonso, la marca de palillos para los dientes de Mourinho y la frecuencia con la que Cristiano Ronaldo, en definitiva, eructa.

¿Por qué tanto fútbol? ¿Por qué esta intensificación? ¿Es anterior a la crisis? Y, sobre todo: ¿era necesario?

Por ahora, se sigue cumpliendo la Ley de Say, que Keynes intentó tumbar y que irónicamente preside este sistema: la oferta crea su propia demanda. Por ahora, no tenemos suficiente fútbol. Es posible que demos un paso más: un Ministerio de los Deportes (Zapatero, otro genio, ya lo sugirió), un gobierno de concentración nacional con futbolistas como ministros, una asignatura obligatoria en las escuelas... Este país continúa ganando copas y por ahora la fiesta se mantiene: hay dinero en juego. Este domingo (o jueves, o martes, lo que sea) promete.

Pd. Por lo visto el Málaga es de un jeque árabe que dicen que no paga. En fin, parece coherente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pa' mear y no echar gota. Manifestaciones por el fútbol, lo que faltaba ya...
http://malagacf.diariosur.es/noticias/2013-01-13/marcha-malaguista-horas-20130113.html#ManifiestoporelMalaga

Edelmino Pagüero dijo...

Jajajjaj, ¡claro que sí! Las cosas siguen su curso lógico dentro de la ilógica.

Carlos Flores dijo...

Te recomiendo que veas (si aún no lo hiciste) el programa de Salvados "La burbuja del fútbol", en el que se demuestra el retraso y la vergüenza que supone este deporte a nuestro país.

http://www.lasexta.com/videos/salvados/2011-diciembre-5-2011120500011.html