El programa de PODEMOS propone, principalmente, una redistribución de la riqueza que afecta de manera directa a los intereses de las clases superiores. Tal modificación material solo puede acometerse mediante la formación de un gobierno democrático.
Dado que, siguiendo la definición que hemos adoptado inicialmente, los gobiernos democráticos lo son porque responden, en gran parte, a los intereses de las clases superiores (de hecho, dichas clases participan de manera muy activa en el diseño y en la arquitectura institucional, antes y después de la Transición), se produce una contradicción inmediata.
De continuar la democracia actual, PODEMOS no podría nunca llegar al gobierno, ni siquiera participar en este de manera significativa. El diseño actual de la política, de las instituciones estatales y democráticas, así como de los medios de comunicación deberían impedirlo.
La llegada al gobierno de esta formación solo podría producirse mediante una sustancial alteración de su programa político, ya que realización efectiva de dicho programa supondría una merma de los intereses de las clases dominantes mediante los resortes institucionales existentes, lo que haría legítimas las nuevas reformas.
A pesar de que las reformas de PODEMOS fueran democráticas, estas afectarían a los consensos institucionales y de clase que fundan la democracia española, por lo que estarían en contra de las nociones democráticas que tenemos en la actualidad.
Por eso existe un enorme rechazo -incluso entre los ciudadanos que se verían beneficiados por esas reformas- y por esta razón este partido no podrá, en ningún caso, conseguir sus objetivos bajo el régimen de circunstancias actuales. "No son promesas realizables" es la expresión ciudadana de la imposibilidad de la redistribución de la riqueza en un sistema político y económico en el que la dominación está legitimada política, institucional y culturalmente.
Mientras el Estado democrático siga siendo un instrumento para legitimar la dominación (algo que seguirá sucediendo y que previsiblemente solo puede negociarse al alza o a la baja) un partido como PODEMOS no podrá formar gobierno. Las formas progresistas se limitarán a conseguir determinadas metas para la mayoría. La acción política de este tipo de partidos debería comenzar situando a "la gente" en este escenario, pesimista pero real, haciéndole comprender lo que pasa y qué hace falta cambiar.
5 comentarios:
Por experiencia aprendí que es imposible intentar hacerle ver a un pollo que tiene que ser pájaro, es mejor darle comidita y dejar que aprenda a volar poco a poco, y que con el vuelo entienda su dimensión (y su libertad), de lo contrario intentará picarte con patéticos resultados.
Exacto, es un partido que promete cosas que no pueden realizarse. Ellos dan al pueblo indignado lo que quieren oír. Se están aprovechando de la situación. Sus propuestas parecen sacadas de los mundos de Yupi. Y esto lo dice alguien a quien en un principio este partido le parecía una buena opción de voto, pero que ahora se está desilusionando con las propuestas de dicho partido.
Creo que no se ha comprendido el contenido de la entrada. La entrada va de sobre por qué el sistema actual no lo permite. O sobre por qué no está previsto que lo permita. No se centra en las propuestas, porque estas no pueden concebirse en la situación actual, con los consensos políticos e institucionales que existen. En ningún momento se ha considerado que el programa político sea delirante, cosa que el autor del post no considera.
El contenido de la entrada creo que se comprende, otra cosa es que se acepten sus premisas. Sería algo así como:
- Las democracias occidentales son un teatro para muchos en interés de unos pocos.
- Las propuestas de Podemos no van en interés de esos pocos, luego son rechazados en ese teatro.
- Ese rechazo se produce por abucheo de los muchos, que es manipulado por los pocos, con el argumento de la imposibilidad económica.
A ver, yo no tengo mucha fe en Podemos y no es porque crea que lo que propone es irrealizable, ni porque no le vayan a dejar gobernar, sino por otras cuestiones. Tengo la impresión de que si acabo votando a Podemos sería, como otras veces han hecho otros con otros partidos, "con la nariz tapada" a sabiendas de que va a haber muchas cosas que no me gusten y sólo por el placer de verles el careto a los canallas de arriba. Y ese no era el plan.
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