La relevancia del personaje para el periodismo español no es para ser despreciada. Ni mucho menos. Ajeno a PRISA, Ortiz fue fichado por Pedro J. para un puesto directivo del diario EL MUNDO, en un momento en el que el crimen de Estado y la corrupción de los últimos Ejecutivos socialistas estaban a la orden del día.
En ello estuvo Javier Ortiz que, sin embargo, no se dejó abducir por Ramírez, como ha ocurrido con otros que, otrora periodistas, han pasado a ser, simplemente, "pedrojotistas". Los ejemplos son muchos y la mayoría vienen de la izquierda.
Pero Ortiz era demasiado para Pedro J.
Quizá por ello, marginado ideológicamente pero preservando dos columnas a la semana, Ortiz se mantuvo en EL MUNDO hasta dar su último salto: escribir diariamente en el diario PÚBLICO.
Lo conocí en una fiesta del PCE. En ella nos reveló el título de su sección: "El dedo en la llaga". Además, bromeaba, si PÚBLICO prometía mantenerse costara lo que costara durante 5 años, pensaba jubilarse.
Era todo lo que quería en estas últimas fechas. Y hablaba en ocasiones de los obituarios. Hoy hemos podido leer el suyo, escrito por él, dos años y medio antes.
Se va un periodista, un opinador y un escritor que van a encontrar difícil parangón. Se marcha un personaje único.
No nos daremos nunca cuenta de lo que perdemos con la marcha de Javier Ortiz.
Para todos quedarán sus reflexiones en http://www.javierortiz.net/
1 comentario:
Yo también me quedé helada. Siempre se van los mejores, compañero.
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