martes, 18 de septiembre de 2012

Mis locas aventuras en Málaga (II)

Estoy investigando a la pareja. Por ahora, nadie los ha visto abrazados, con lo cual el firme de la urbanización no ha corrido peligro.

Un vagabundo que ahora solo vaga bajo las escaleras de una antigua cafetería me ha contado parte de la verdad. Este pobre hombre dice ser un diplomático en excedencia desde hace unos meses, pero yo creo que su ausencia en el ministerio no baja de los veinte años. Aun así, me creo que es diplomático, por qué no.

Este pobre indigente, llamémosle "Rawell", afirma haber llevado a cabo la misma investigación que yo hace bastantes años. No son agentes de la CIA, ni vinieron de la URSS después de su colapso (tampoco lo causaron ellos).

Lo que Rawell intenta decirme es que estos dos personajes vienen de muy lejos, incluso desde los primeros días de la especie humana. Es posible que por eso tengan esa forma, añado yo, lo que no hace mucha gracia a Rawell.

Espero tener más cuidado con Rawell porque se está quitando de fumar en plata y suele estar de un humor de perros, o eso dice. Espero poderle sacar más información la próxima vez. Entretanto, continuaré con este misterio yo solo. 


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿locas aventuras? no veo la locura ni las aventuras por ningún lado...