sábado, 12 de diciembre de 2009

La loca loca loca historia de Hermann Tertsch

En un principio pensé "qué barbaridad" que a un locutor le peguen por ser facha.

Después me contaron qué hay en la Calle Almirante.

Y más tarde recordé lo de Martín Prieto, que se emborrachó, se quedó tirado en la calle y, después de unos días, llegó a EL PAÍS diciendo que ETA lo acababa de soltar.

Convertir una mona en un acontecimiento político no es cosa solo de gente que ha trabajado en el grupo PRISA.

También Pedro J. hizo de su supervídeo una "venganza" de las tramas sobrantes de los GAL.

En mi opinión, Tertsch debió haber dicho que se cayó por las escaleras.

¿Quién le atizó a Hermann? ¿Fue gente del GAL, del factótum Contreras, un loco abortista o más bien una consecuencia de sus desmanes, no solo ideológicos?

Seguiremos informando.

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