domingo, 16 de mayo de 2010

Garzón pone fin a la Transición española

Ya se acaba, ya se acaba lo de Garzón...

Un buen final para la inmodélica Transición, que nos habían contado como una película y que estas últimas semanas ha visto filmado su epílogo.

En definitiva, un juez se declara competente para investigar los crímenes del franquismo y termina su carrera judicial imputado por tres asociaciones-partidos de la extrema derecha. Aunque haya matices y La Falange haya sido apartada -"por razones formales"- de la primera línea, podríamos darle la vuelta a la historia y decir que el partido fascista reinante con Franco ha acabado declarándose competente para cerrar con violencia el libro de la memoria histórica española.

Un cruel fin, pero es que con los cimientos construidos ya era difícil llegar a otra parte: el poder de los estamentos franquistas se distribuyó en los distintos sectores de la sociedad e incluso permitió una Historia y una cinematografía "progre" que se "vengara" artística o documentalmente de lo sucedido durante la Dictadura. Lo suficiente para no tocar nada serio de esta.

Toda una lección para una sociedad en la que tenemos mucho que aprender. Y el mejor ejemplo es la nostalgia y los honores por la muerte de un fascista insigne como José Antonio Samaranch. Es probable que muchos de los que salieron a la calle con Garzón consintieran en su vida cotidiana el homenaje a tal persona -"trajo las Olimpíadas a Barcelona"-. Quizá es que todavía no nos merecemos tener buena suerte...

3 comentarios:

Fet dijo...

La buena suerte solo existe en los libros de Coelho y de ese otro mermao cuyo nombre nunca recuerdo.

Edelmino Pagüero dijo...

Jorge Bucay

Pedro Villena dijo...

Transición modélica.

Según el modelo de Mozambique, supongo.