jueves, 10 de enero de 2013

Los políticos, que se corrompen...

Hay quien dice que la mayoría de los políticos no roban, ni ponen los cubos de la basura en medio de la calle...

Pero bueno, siempre habrá alguien que diga algo.

El caso es que la corrupción está en nuestra programación diaria, casi como el fútbol, del que hablábamos en la entrada anterior.

Las tramas catalanas y gallegas aparecen a todas horas en la radio y en la tele. Y lo curioso es que todo el mundo es inocente. Hasta el que está entre rejas ha pagado por otro que, de todos modos, no había hecho nada. Él  estaba allí, mientras los demás robaban a mansalva, y su único delito fue permanecer impasible, los bolsillos más vacíos que Bankia. 

España es un país en el que, si le preguntas a alguien que ha cometido un hurto, te contestará que es más inocente que tú. 

Entretanto, el dinero sigue "en paradero desconocido".

No sé si las noticias sobre "escándalos de corrupción" nos sirven para que tengamos la sensación de que, de manera catártica, España está limpiándose de sus ladrones.

Pero tampoco creo que se trate de una estrategia conspiratoria consistente en sacar en primer plano a los corruptos más torpes o vocacionales para que el público se olvide de los verdaderos. De esos señores y señoras que controlan el mundo en la sombra y entre los que está Elvis Presley, que sigue vivo.

Al final, la multiplicación de los canales informativos no nos permite sacar grandes conclusiones de lo que ocurre: hay muchos "indicios", "declaraciones" e "imputados", pero ni el dinero vuelve ni vemos a nadie gordo* en la cárcel.

A mí me tocó narrar el principio de la Gürtel desde un periódico digital y saqué lo de los trajes de Camps. Fui el primero, aunque todavía no me han nombrado por ello Hijo Predilecto de Elche, mi pueblo. Será por la alcaldesa, que es pepera.

Pues la Gürtel, lo mismo: mucha correa, pero al final no hubo perro. Fue una falsa alarma en la que casi nadie robó, menos un grupo de gente que fue a la cárcel pero, según sus declaraciones, tampoco había podido trincar gran cosa. El dinero en ocasiones es esquivo. Pero, después de la operación policial, hay que nombrar a alguien para delegado del partido en el talego. Por eso entran los pocos que entran.

Increíble. Debe de ser cosa de Merkel.

Pd. En relación con el nuevo clima de autorrepresión impuesto por el pensamiento buenista y mentecato en general, pido disculpas a aquellas personas que, cuando se pesan en la báscula, ven cómo la aguja les sonríe y les saca la lengua, diciéndoles: ¡obes@! El titular de este blog pide asimismo disculpas a Angela Merkel.

Pd2. En la foto, un señor de Castellón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se te está yendo la cabeza del todo. Me encanta. Sí, sí. Nuevo rumbo, intermedios...