jueves, 9 de mayo de 2013

Para no seguir haciendo lo mismo

Se empieza uno a cansar ya de tantas malas noticias: los sucesos sucesivos que no terminan; los datos económicos que se incorporan y se suman a los anteriores; los políticos imputados que no dimiten; los futbolistas que fracasan y se enfadan con el público, con el árbitro...

Por una temporada, podrían dejar de dar noticias. Al fin y al cabo, ya sabemos, más o menos, lo que está pasando.

Durante un tiempo llenaríamos los muros de Internet de noticias imaginarias, de viajes fantásticos y de cuentos de terror. Todas estas historias se basarían en esa supuesta realidad de la que "nos informan" de manera periódica. Entonces, políticos, futbolistas y asesinos formarían parte de nuestra ficción.

De esta forma, una vez reanudada la producción de "realidad", nada volvería a ser igual. Trataríamos a los personajes del día a día como lo que se merecen: actores que siguen un guión cotidiano, pero carentes de la humanidad que nos es inherente a nosotros.

Viviríamos, por fin, en dos mundos. Y podríamos manchar las pantallas, o taparlas, para ponernos a hablar de nuestros políticos ya no tan imaginarios y de nuestros monstruos no tan inventados.

En una última etapa, habría que hacer algo con tantas pantallas abandonadas y tantos aparatos de comunicación oxidados. ¿Se le ocurre a alguien alguna criatura que pueda comérselos?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Puede que el cambio radique, en primer lugar, en la muda de la información por el conocimiento. Así, tal vez, medren semillas en vez de ahogase.
Son los que ya tienen experiencia, sabiduría, quienes tienen que emitirlo; a través de mensajes certeros, simples y universales, para despertar conciencias y abrir ojos, motivando a la persona en su afán de seguir enriqueciéndose, pudiendo después barajar todos las distintas soluciones y caminos a los (verdaderos) problemas, escapando y eludiendo complejos conceptos que tan sólo satisfacen a las lenguas que los emiten y a los "privilegiados" que las glorifican. Los términos, como sus explicaciones, han de ser fuertes y simples, que calen y golpeen, legibles a gran escala, que se centren en contenido, y no en forma.

Siempre hemos vivido en dos mundos. Igual es la era de unificarlos.
Pd. Puede que tal criatura sea la creatividad.

Án(ó)nimo

Edelmino Pagüero dijo...

Amén :)

Edelmino Pagüero dijo...

Amén :)

Edelmino Pagüero dijo...

Qué suerte tener un lector así.

Anónimo dijo...

tas tonto o qué?!